Como la memoria, individual o colectiva, nos juega a veces
una mala pasada, conviene recordar que esto que vamos a contar no sucedió, como
algunos confunden durante la crisis del 2001-2002…..
Allá por el año 1996, en tiempos en que la Argentina era
gobernada por un encantador de serpientes y que buena parte de la sociedad,
sobre todo los sectores medios y altos elegían vivir en una fantasía
convertible que les permitía consumir productos importados o viajar a
buscarlos, porque era tan barato vió… sucedió un hecho que sería anticipatorio
de muchos lamentables sucesos protagonizados a posteriori, por la prensa en
general y algunos periodistas y grupos periodísticos en particular. El mismo
tuvo como escenario a la ciudad de Rosario.
El cronista Julio Bazán, junto a un equipo de producción del
canal de noticias de cable TN, por aquel entonces poco visto y somnífero en su
estilo, fabricó una nota, en la que unos habitantes de la villa de Ayolas y
Acceso Sur asaban gatos para luego comerlos, sugiriendo que era una práctica
habitual. Las imágenes produjeron tal impacto, que se transformaron en “agenda”
por varios días, amplificadas además por los cruces y respuestas entre
funcionarios de la Municipalidad de Rosario, de la Gobernación Provincial y
periodistas a la caza de rating.
Por aquel entonces la ciudad era gobernada por el socialismo
en sociedad con radicales y demoprogresistas (o procesistas más bien), siendo
Intendente Hermes Binner, y que luego sería reelecto por otro período. El
gobernador era Jorge Obeid del justicialismo, que por rara casualidad también
transitaba su primer período como tal, ya que luego sería electo una segunda
vez en el año 2003, previo intermedio a cargo de Carlos Reutemann.
Los efectos negativos de las políticas neoliberales de
vaciamiento del estado, privatizaciones y economía rentístico financiera, ya
habían comenzado a notarse en todo el país desde el año anterior, tanto como en
Rosario y zona de influencia, pero ningún indicador social o económico era
demasiado distinto al del resto del país, por lo que era fácil detectar el
oportunismo y la falsedad del informe. Pero como la “verdad periodística” no
suele cotizar muy alto en estos casos, así como en muchas ocasiones se prefiere
creer lo que se quiere creer aún más allá de las evidencias, el mote de
ROSARINO COMEGATO, se transformó durante mucho tiempo en la cargada favorita de
las hinchadas visitantes de fútbol, así como la frase irónica dicha por lo bajo
tanto por porteños como por el resto de los santafesinos para castigar una cierta
o supuesta soberbia de los habitantes de la por entonces segunda ciudad del
país.
Años más tarde y en ocasión de publicar su libro: “Crónicas
de un cronista”, Bazán defendió aquella nota, al tiempo que se victimizó
diciendo que la misma “me costó la enemistad del entonces Presidente Menem”. Y
agregaba "Una vez más, desde mi condición de cronista me tocaba
enfrentarme al poder", abrevando en la clásica operación por la que se
confunde deliberadamente Poder con Gobierno, ocultando tanto a los verdaderos
poderes fácticos, como al poder del grupo periodístico para el que él trabajaba
y aún trabaja. Paradójicamente o quizás no tanto, quién salió al cruce del
charlatán de feria en aquella ocasión, no fue otro que Jorge Lanata, quizás
animado por el ánimo más de defender a la gestión socialista de la ciudad que
al gobierno de Menem, con el que estaba enfrentado y que como en muchas otras
ocasiones parecía resultar indemne de tal operación periodística.
El “Rosarino Comegato” va cayendo en el olvido pero las
prácticas poco éticas de Bazán siguen vigentes, solo que sostenidas y
aumentadas por la empresa que lo emplea. Y para colmo ahora Lanata trabaja para
ellos, así como Binner es ahora protegido por el canal de noticias del grupo
Clarín…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
esperamos vuestros comentarios.....